Zoólogo, investigador, autor y difusor de la flora y fauna en Venezuela.

Nacido en la ciudad de Colonia, Alemania, el 20 de mayo 1929. Vivía en una casa con un jardín grande fuera de la ciudad. Desde pequeño siempre tuvo interés hacia la fauna y el contacto con la naturaleza. En su casa había lagartijas y culebras. Sus anhelos eran estudiar zoología, medicina veterinaria y ser director de un parque zoológico.

¿Por qué decidió venir a Venezuela?

Empezó a estudiar zoología en Frankfurt, Alemania, pero después decidiría estudiar medicina veterinaria en la Universidad de Giessen. Allí conoció al decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Maracay, en Venezuela. Además, ya tenía conocimientos acerca de la Estación Biológica Rancho Grande, ubicada en el Parque Henri Pittier, en el Estado Aragua, Venezuela.

Llegó a Venezuela para estudiar uno o dos semestres de medicina veterinaria y aumentar sus conocimientos de zoología. De pronto, lo buscan para asesorar al zoológico de Maracay, y ahí empezaron todos sus contactos con el ambiente zoológico.

En su etapa como estudiante tuvo mucho contacto con la facultad de ciencias. Acompañó las expediciones al Auyantepuy, lo que describe como “una experiencia única”, el haberlo subido a pie. A esa expedición llevaron un busto de Simón Bolívar que todavía se encuentra en esas alturas.

¿Por qué se quedó en Venezuela?

En primer lugar, sintió aceptación por parte del país y sus compañeros de estudio. “El venezolano en general es muy abierto. Este es un país que yo quiero, que yo amo”. Decidió quedarse en Maracay para graduarse de médico veterinario. En Caracas se enamoró de una muchacha de Valencia, con la que hizo su familia. “Yo me siento venezolano”, nos dice.

Reto televisivo

Para Trebbau era importante que la gente conociera la fauna de Venezuela, porque cuando hablaba con los alumnos en los colegios, ellos sabían que era una jirafa, un león o una cebra; pero no sabían que era un “cuchicuchi”, un “farofaro”, no conocían la fauna venezolana. Lo más importante era para él era la formación en los colegios, despertar el amor hacia la fauna.

Entonces lo llamaron de la planta televisiva Canal 5. El director para ese entonces era el reconocido periodista Óscar Yanes, este le propuso hacer un programa de televisión y le hizo un estudio prácticamente en la selva. Empezó a tener un programa semanal en vivo donde llevaba algún animal vivo e diversidad de invitados.

Visitó toda Venezuela para conocer la fauna y llevar el equipo de televisión al campo, y hasta compró una avioneta en la que visitó cada rincón del país para grabar sus paisajes.

Lugares favoritos de Venezuela

Uno de los lugares más impactantes para él son los llanos venezolanos por la gran cantidad de animales que existen: capibaras, babas, aves, entre otros; pero también el estado Amazonas, donde a pesar de que es más difícil ver los animales, es un lugar muy atractivo. En Zulia descubrió una tortuga que no se encuentra en ningún otro país de América Latina, que únicamente existe en esa región, la Batrachemys Zuliae.

Caricuao

Cuando inauguró el Zoológico de Caricuao fue una gran satisfacción. La primera parte que se inauguró contaba con exhibiciones modernas. Por ejemplo, había un garcero, donde las garzas criaban en ese sitio, en total libertad. Lo mismo ocurrió después con un grupo de monos, venados, capibaras y aves. Era más un parque que un zoológico. No fue fácil, pero logró hacerlo.

Zoológicos y Ecología

Hay muchos animales de la fauna venezolana que la gente no conoce. Si se planteaba hacer un zoológico en determinado lugar, la sugerencia siempre fue exhibir la fauna local.

Una anécdota que reafirmaba la necesidad de conocer la fauna local: en San Fernando de Apure, la primera vez que la gente vio toninas fuera del agua fue cuando él les hacía mediciones. Es decir, sabían que existían las toninas pero no conocían mucho más de estos animales. Ni hablar de otros mamíferos, insectos, arácnidos que se pueden y deben enseñar.

“En conclusión todos los animales son importantes en el equilibrio de la naturaleza. Es como un reloj que tiene muchas rueditas que trabajan, donde todas son importantes sin importar su tamaño”.