Pedro Trebbau: una asombrosa aventura por la fauna venezolana



Pedro Trebbau

El doctor Pedro Trebbau junto a una tonina del Orinoco, 1960.




Si te decimos de un hombre que juega con un león como si fuera una tierna mascota, alimenta tigres, nada con tortugas y recorre un río ayudando a rescatar animales, ¿Qué es lo primero que te llega a la mente? Quizás algún programa de televisión dedicado a la naturaleza extrema en algún rincón lejano del planeta. Pudiera ser en África, quizás en Asia o hasta en Australia. Pero esta historia que aquí comenzamos a contarte es justamente en Venezuela, y ese hombre es un venezolano nacido en Alemania, quien desde su juventud se ha dedicado a recorrer el país, promover el cuidado de su flora y fauna y a dejar registro de todo ello en programas de televisión, documentales y libros. Te estamos hablando de Karl Peter Trebbau Millowitsch, pero al que llamaremos de ahora en adelante Pedro Trebbau.

Su asombrosa aventura comenzó en Colonia, Alemania, ciudad donde nació en 1929. A pesar de que su familia estuvo dedicada por generaciones al oficio teatral, el interés del joven Pedro se iría hacia el conocimiento del medio natural. A buscar comprender ese maravilloso universo del que somos parte. En ese país estudiará biología, ciencias naturales y zoología. Desde los doce años siempre repetía, como frase motivadora, pero también como proyecto de vida: “Seré veterinario, zoólogo y director de un zoológico”. Lo que no sabía es que esto ocurriría a 8,544 Km de distancia de donde la diría por primera vez.

Tiempo después, al cumplir 24, se embarca a Venezuela. Como aplicado lector de enciclopedias y libros de viajes sobre Suramérica, conocía de la biodiversidad del continente. No solo quiere recibir clases en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Central de Venezuela, también quiere conocer la Estación Biológica de Rancho Grande en el estado Aragua. Esa selva nublada de 107,000 hectáreas en medio del trópico lo cautivaría de tal manera que una visita de seis meses se ha convertido en más de seis décadas de descubrimientos, compromisos y acciones.

Porque junto con la investigación y la docencia, otro de los aportes de Trebbau se ha convertido en la modernización y creación de zoológicos en el país. Antes de cumplir los treinta, habrá satisfecho la promesa que se había hecho a los doce. Desde 1958 hasta 1974 será director del Zoológico El Pinar, en Caracas. Durante ese periodo formará parte de una de las expediciones más nobles que se han hecho en Venezuela para proteger su fauna: la Operación Rescate. Es así como en 1968, ante la construcción del embalse de la nueva Represa del Guri, zoólogos, expertos en diversas áreas y miembros de las comunidades indígenas, logran salvar 10,000 animales de 53 especies diferentes, preservando el ecosistema de la región guayanesa.

Pero la mejor parte de la aventura estaría por llegar. Lo que ocurre es que cuando hablamos de Pedro Trebbau valoramos en una vida muchas vidas. Al profesor universitario, al investigador y también al divulgador de la fauna venezolana a través de la televisión. Porque esa es otra de sus facetas, la cual comenzaría durante sus años como director de El Pinar. A mediados de los sesenta, el entonces director de la facultad de ciencias en la Universidad Central, Alonso Gamero, quien tenía un programa de televisión en el que presentaba animales disecados, invita a Trebbau a que tenga también un espacio en este medio.

Pedro Trebbau le toma la palabra, pero con una pequeña modificación. Ya no serían animales disecados, sino animales vivos los que llevará al estudio para presentarlos a todos los televidentes. Nacen así diversidad de programas como el Zoológico infantil, La Fauna y Campamento de la selva, transmitidos por la ya extinta Televisora Nacional Canal 5 y Venezolana de Televisión. En esta época obtendrá un reconocimiento de la Academia Nacional de Ciencias y Artes Televisivas de los Estados Unidos. Pero lo más importante, serán los mensajes de gratitud, admiración y respeto de una generación de niños y jóvenes que aprendieron a querer mucho más a su tierra, su entorno y los seres que los habitan. Gracias a la magia del internet, algunos de estos programas pueden ser vistos nuevamente pero ahora en formato digital por YouTube.

Pedro Trebbau compartirá esta labor junto a la aventura de volar. Lo hará en avioneta a partir de los años setenta. Así el país se revelaba de una nueva manera, desde las alturas. Ya no solo era el expedicionario y el amante del submarinismo, ahora también el aire y los cielos. Cada elemento se conjugaba para ser parte sustancial de su vida y con ello, de la naturaleza de la que tanto se siente parte integral. En cuanto a sus peripecias acuáticas, de allí nacerá, junto a Peter Pritchard, el libro de 1984: Venezuela y sus tortugas, el cual es de esas obras a las que siempre acudiremos, una y otra vez, para reconocernos en la naturaleza. Un clásico para los estudios de la fauna marina venezolana.

De la dirección de El Pinar, pasará a una andanza con retos aún mayores. A partir de 1974 se consagra a construir el gran zoológico de Caracas, el de Caricuao. Son 630 hectáreas que pasaron de una hacienda cafetalera a convertirse en el zoológico más grande de la ciudad y el más importante del país. En un principio muchos pensaron que un parque en ese lugar estaría demasiado lejos de todo, otros querían construir sobre su suelo más edificios, Pedro Trebbau presentó el proyecto al Banco Obrero, dedicándose fielmente a construir un nuevo espacio para la ciudad. Con animales tan cercanos que han formado parte del imaginario de los caraqueños, tanto así que cuando uno de ellos fallece, el dolor es general.

Cada una de las facetas de Pedro Trebbau son una declaración de amor y defensa de Venezuela. En 1989 denunció la llegada de garimpeiros a Venezuela, esta suerte de mineros ilegales que por su afán de oro destruyen toda la biodiversidad a su paso. Ese mismo año formó parte del equipo asesor para la creación de una nueva ley de fauna silvestre.

Cuando se le pregunta por Venezuela, siempre afirma que:

“Es uno de los países más atractivos y bellos del mundo. Aquí en Venezuela tenemos de todo, tenemos playa, tenemos selva, tenemos agua y tenemos a los venezolanos que son personas excelentes. Venezuela tiene que abrirse al mundo y aprovechar por donde sea posible para un futuro equilibrado para todos nosotros”.

Una asombrosa aventura en muchas vidas y en una misma tierra. La entrega a un país y su gente, a enamorarse de cada elemento natural que lo compone. Pedro Trebbau es un valor venezolano al cual debemos siempre retornar.

Redescubrir a este personaje hoy en día se hace mucho más fácil gracias al internet. El sitio web de Pedro Trebbau (www.pedrotrebbau.com) y el canal de YouTube, al que antes hiciéramos referencia, consagrados a su vida y obra. Además de la reedición del magnífico libro sobre las tortugas venezolanas y de una biografía titulada Trebbau. Maestro por naturaleza (2018), ambas publicadas por la editorial La Fauna, nos involucran a ser parte de una aventura venezolana en la que cada elemento de su naturaleza nos pertenece.





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